lunes, 4 de abril de 2016

Carta a Diego Rivera

Mi Diego querido:
17 días antes de cumplir 25 años de casados, te respondo a aquella duda, si me adelante al regalo no es porque sea apresurada es porque siento que te voy a dejar muy pronto. He sido testigo de tantos acontecimientos a lo largo de mi vida como mi estancia en un proceso único de revolución y renacimiento al igual que soy testigo de este inmenso amor que me atrevo a decirte que Te amo más que a mi propia piel. Ahora lamentablemente me encuentro en el hospital donde te escribo esta carta, ellos quieren apresurarse ya que me amputaran una pierna pero realmente digo pies, para que los quiero si tengo alas para volar y esas alas tu me las has dado y quiero decirte que te quiero... gracias porque vives, porque ayer me dejaste tocar tu luz más íntima y porque dijiste con tu voz y tus ojos lo que yo esperaba toda mi vida, podría pintar sueños o pesadillas de que esto no estuviera pasándome esto yo aquí apunto de entrar al quirófano pero lo está pasando ahora así que decidí pintar mi realidad, no he sabido nada de ti pero prefiero no saber porque siempre que hablo contigo acabo muriéndome más, un poco más. Mi pintura la más conocida, lleva con ella el mensaje del dolor, ese dolor que sufrí aquel 17 de septiembre de 1926, cuando viajaba en un autobús que este es colisionado por un tranvía esto causó la desgracias más grande en mi vida donde tuve una rotura de la columna vertebral en tres sitios, así como la clavícula, tres costillas, la pierna y el pie derecho al igual que un tubo atravesó mi cadera hasta el sexo produciéndome una triple fractura de la pelvis que me impidió tener hijos y así fue como tu me acogiste destrozada y me devolviste entera, íntegra con nuevas esperanzas y ganas de vivir, tu hiciste que perfeccionara mi técnica pictórica.
Y así me despido Yo, Magdalena Carmen Frida Kahlo Calderón una mujer de un barrio de Coyoacán diciéndote desde lo más profundo de mi ser que te amo con vehemente locura y que lo me envolvió de ti fue tu pasión desmedida y las llamas del amor fueron inmensas por lo cual me será imposible olvidarte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario